Con obligada y sentida gratitud nos toca despedir a un hombre de Ley, a un profesional intachable, a un hombre de principios que nunca se alejó del camino que le trazaban sus propias convicciones, a nuestro querido Ministro Humberto Augusto Schiavoni.

Una persona de inconmensurable talla humana, que supo desde 1959, acercar la justicia a todos aquéllos que así lo requerían, primero como Juez Penal y luego como Ministro de este Superior Tribunal de Justicia.

Sencillez, profesionalismo, discreción y humildad son las cualidades que mejor lo definían, pero no son las únicas. Fue un hombre que sembró respeto y cosechó admiración, destacado compañero entre sus pares, que veían en él a un “MAESTRO” por su mente preclara, su capacidad de estudio, su permanente actualización y su generosidad al compartir conocimientos. Ejemplo a seguir no solo como persona sino también como profesional.

Fue partícipe en primera persona del crecimiento Institucional, por lo que se lleva consigo parte importante de su historia, dejando entre nosotros, el legado de la experiencia y el empuje para seguir forjando el camino hacia una justicia fortalecida. Su ausencia será notable, pero tenemos la certeza de que nos acompañará marcando nuestros pasos.

Hoy le damos las gracias por haber luchado por una sociedad más justa, por bregar por los derechos de los ciudadanos de la provincia, por incentivar el avance de una institución que busca la paz social tomando la justicia como su principal pilar.

Hasta Siempre Dr.!    15/08/2015.-